Toni Muñoz, Responsable departamento Custom y H-D.
Entrevistamos a Toni Muñoz, padre de familia entregado a los suyos, apasionado de las motos y un tipo sensato, muy sensato. Después de 26 años de experiencia en el mundo del motor, lo hemos fichado en FGmotoworks.
26 años, se dice rápido pero, ¿con que edad empezó a interesarte el mundo de las motos?
La verdad es que sí. A mi, esto me viene desde bien pequeño. Cuando desmontaba las muñecas de mi hermana o desguazaba mis juguetes, ya tenía una tremenda curiosidad por aprender cómo funcionaba todo mecanismo que llevara cables o motor. De hecho, creo que no hay una edad concreta en la que me empezara a interesar por las motos. Más bien, nací con ese interés y, cada día, ese interés ha ido creciendo más. Mis ganas de aprender en la actualidad, son las mismas que cuando apenas era un chaval. Si hay algo que amo, son las motos.
Y, ¿qué te llevó al mundo de la mecánica?
Todo lo que he vivido me ha encaminado al mundo de la mecánica. Mi afán por saber cómo funciona todo mecanismo existente, mi interés por personalizar todo aquello que esta patentado pero que creo que se puede mejorar, las ganas de diseñar y creer que todo se puede cambiar, el no resignarme nunca ante aquello que nos dan ya hecho. Todo lo que tenemos hoy en dia es pura mecánica o electrónica y no quiero vivir con algo que no sé cómo funciona.
¿En qué momento decidiste pasarte a moto custom?
Dentro del mundo del motor pasé por los coches y las motos de carretera donde trabajé bastantes años.
Hubo un momento en el que decidí que quería poder transformar, diseñar, hacer algo diferente, con criterio y gusto propios. En ese momento vi claro que debía dar el salto al mundo de la moto custom.
Entonces, ¿fue un acierto el cambio?
¡Sí! Me encanto. Creo que fue entonces, hace ya ocho años, cuando sentí que, ahora sí, estaba trabajando en lo mío. Fue una apuesta arriesgada pero, si echo la vista atrás, creo que valió mucho la pena.
Esta no es la única apuesta arriesgada que has hecho en tu vida. De hecho, acabas de fichar por FGmotoworks. ¿Qué valoraste a la hora de dar este paso?
He trabajado en grandes empresas como Hyundai, Honda o Harley Davidson. En todas y cada una de ellas he aprendido mucho, muchísimo. Aún así, me faltaba algo…
Por aquello del espíritu Peter Pan, ¿no?
Un poco sí (se ríe). Me faltaba ese punto especial de trabajar en algo diferente, más personal. Un lugar donde poder trasladar esa ilusión, ese afán de hacer algo diferente y creativo para colaborar con los clientes en la personalización de sus motos. Fue entonces cuando Francesc Galindo se puso en contacto conmigo para abrirme las puertas de FGmotoworks.
La moto es libertad, es el aire fresco en la cara… Es, en definitiva, lo que nos llena y nos une.
¿Crees que, ahora sí, has encontrado tu sitio?
Creo que he cumplido un sueño, que es una verdadera oportunidad de sacar todo lo que llevo dentro. Para mi es una gran oportunidad de poder «ponerle ruedas» a los sueños de todos los moteros que se acerquen a vernos.
¿Qué crees que debe ofrecer un taller de motos a sus clientes?
En mi opinión, un taller es algo más que un lugar donde reparar tu moto, revisarla o cambiarle algunas piezas. Es un lugar donde poder hacer realidad los sueños de los clientes, compartir con ellos sus necesidades e inquietudes y donde hacer nuestros sus proyectos personales. No debe haber un imposible…
Pero, algunas veces, sí es imposible, ¿no?
No exactamente. Basta con plantear alternativas. Siempre hay otra forma de hacer las cosas. Se trata de exprimir al máximo tu cabeza para conseguir que ese cliente acabe teniendo la moto que quiere. Que no todo sean preocupaciones y problemas a la hora de llevar a cabo ese sueño.
Un taller debe ofrecer soluciones ,asesoramiento y, sobre todo, respeto por sus clientes.
Volviendo a tu paso por Harley-Davidson, ¿cómo es ese mundo desde dentro?
El mundo Harley es algo diferente. Es un estilo de vida tanto dentro del taller como fuera. Más bien, creo que lo de customizar una moto forma parte de un estilo de vida, un plus de libertad. Rodar en una moto customizada es una experiencia diferente.
Entonces, ¿eres de los que piensan que una moto es la proyección sobre ruedas de su propietario?
Sí. Es algo que está muy por encima del factor meramente comercial. Se trata de un sentimiento hacia la moto. El motero vive la vida sobre dos ruedas. Tal y como te he dicho antes, se trata de la plasmación de los sueños de alguien, de ponerle ruedas a las ideas y a la imaginación.
Y ya para acabar, convénceme para que lleve mi moto a FGmotoworks
Pues en FGmotowors tenemos muchísimas ganas de ayudaros a hacer realidad vuestros sueños, de aprender con vosotros y de daros todo el apoyo que podáis necesitar en vuestra andadura sobre ruedas.
La moto es libertad, es el aire fresco en la cara… Es, en definitiva, lo que nos llena y nos une.
Entonces, ¿nos vemos en FGmotoworks?
¡Y tanto! Allí os esperamos para empezar a soñar juntos.
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